Existen una serie de puntos básicos a aplicar antes de la apertura de un email con el fin de reconocer si el correo que hemos recibido en la bandeja de entrada contiene algún tipod e virus que podría afectar a nuestro dispositivo y en consecuencia a nuestra red informática.
La estructura habitual de un email infectado suele ser:
- Contienen un archivo adjunto o un link.
- Cuerpo de email escueto, genérico, con faltas de ortografía y redactado en tono imperativo o urgente. Un ejemplo que en estas fechas puede pasar totalmente desapercibido e incitar a error provocando el acceso al virus:
«Hola que tal, aquí les mando las fotos de la fiesta.
Para poder ver los álbumes completos tienen que validarse correctamente en la pagina, es super sencillo y no les tomara mas de medio minuto.»Al pinchar en el enlace habilitado el dispositivo y nuestra red informática se verán de forma inmediata afectada e infectada.
¿Qué debemos hacer en caso de sospechar haber recibido este tipo de email?
- Comprobar si el emisor del correo y la dirección electrónica concuerdan. Si no concuerdan, posiblemente sea un virus del tipo phishing.
- Si sospechas del archivo adjunto en formato Word/Excel o en cualquier otro formato, no hay que abrirlo en ningún caso.
- Aunque el email este firmado por una persona o entidad que conocemos, no debemos fiarnos en caso que el emisor del correo y la dirección no concuerden, la firma del correo ha podido ser suplantada fácilmente.
- Si no estás seguro no abras el correo y contacta con tu servicio informático.
Es recomendable en caso de conocer al remitente «original» hablar con él y ponerle al tanto de esta situación, tanto para confirmar que el correo ha sido o no remitido por ellos, como para que puedan tomar las acciones oportunas en caso que esté sufriendo un caso de suplantación.